martes, 27 de septiembre de 2005

¡A POR ELLOS!

Nunca pensé que la derrota que habíamos sufrido hubiera sido tan profunda. Cuando hace algunos años, después de leer a Marta Harnecker y a Peter Waiss, decidí involucrarme en la Recuperación de la Memoria Histórica, lo hice pensando que era el mejor camino para recuperar las raíces revolucionarias de la izquierda española, construir movimiento popular, provocar debate e impulsar la existencia de un pensamiento crítico en la sociedad, al mismo tiempo que luchábamos para que se hiciera Justicia. En el movimiento encontré una gran pluralidad, tanto en lo ideológico, como en los objetivos. Siempre pensé que la mayoría de los que estaban implicados en esto lo hacían por razones nobles, incluso aquellos para los que la memoria era sólo rescatar los huesos del familiar desaparecido (aunque no compartiese ideológicamente esta forma de actuar). Pensaba que había que ir más allá, pero eso no significaba que las razones humanitarias fueran algo innoble, sino un equivoco ideológico que no tenía nada que ver con lo que algunos entendíamos que debía ser la memoria. Hoy, sin embargo, me encuentro con que desde que se ha constituido la famosa Comisión Interministerial, el enemigo se ha instalado dentro del movimiento para dividirlo y destruirlo. El debate respecto a ideas se ha transformado  en una auténtica batalla campal, más cercana a un mayo del 37 que a una trinchera antifascista.

jueves, 6 de enero de 2005

LA GUERRILLA CULTURAL: ASOCIACION CULTURA PAZ Y SOLIDARIDAD CENTRO SOCIAL HAYDÉE SANTAMARIA

Escribir objetivamente sobre el Centro Social Haydee Santamaría -el “Haydée”, como lo llaman todos de forma cariñosa-, separando el relato cultural y político del intimista y anecdótico, se hace casi imposible. También se hace muy difícil hablar del “Haydée” sin hablar del Foro por la Memoria; ambos proyectos fueron construyéndose, a partir del año 2001, estrechamente ligados y de forma paralela, siendo uno de los miembros del colectivo el nexo de unión entre ambos. Lejos de alegatos ideológicos (que los hay), vamos a intentar describir cual fue la enriquecedora experiencia colectiva y personal de los hombres y mujeres que forman –o formaron en su día- parte del “Haydée”, la proyección que, a mi modo de entender, ha tenido (y tiene) como herramienta de lucha y como instrumento de construcción de la izquierda del siglo XXI, las relaciones sociales y políticas que fueron estableciéndose, y los proyectos que, vinculados a éste, pequeño y querido espacio de libertad, y a otras organizaciones -en el caso del Foro por la Memoria, al PCE- se desarrollaron partiendo de la ideas básicas con las que siempre se trabajó en el centro social Haydée Santamaría: la ruptura de las cadenas de dominación cultural del sistema capitalista, en lo cotidiano, y la izquierda como construcción permanente de tejido social alternativo organizado. Todo ello elaborado alrededor de la filosofía de la praxis (acción-reflexión-acción) y, en este caso, mucha acción, mucha reflexión y, sobre todo, mucha constancia. El fruto de todo este trabajo: la Asociación Cultura Paz y Solidaridad Haydée Santamaría, y su Centro Social. Posiblemente las reflexiones no siempre habrán sido todo lo acertadas que se deseaban y que la acción política desarrollada no habrá sido en muchas ocasiones la apropiada, pero todo lo realizado ha llevado el indiscutible sello humano de equivocarse para aprender.