"La historia de una revolución fallida no es la historia de un crimen".
K. Marx.
K. Marx.
El capitalismo, a pesar de sus contradicciones, ha llegado, en estos momentos, a ser capaz de crear un tejido social sobre el que afianzarse, esto ha sido posible por que, tras un proceso histórico de lucha de clases en el que las fuerzas sociales populares fueron derrotadas, ha creado una cultura que ha sabido transmitir a la sociedad a través de los medios de comunicación de masas - que tan bien domina- , impidiendo con ello que los derrotados puedan vislumbrar cualquier posibilidad de revertir la situación. Esa cultura, imperante en nuestra sociedad, ha generado el llamado “pensamiento único” que anula y margina todo aquello que queda fuera de los roles establecidos. Todas las áreas de conocimiento humano son puestas, a través de ese “pensamiento único” al servicio del mercado y de las estructuras económicas y de poder, cualquier conocimiento que cuestione este estado de cosas es marginado y apartado. La Literatura, La Historia, el Arte... todo se prepara y se escribe en función del mercado y de su utilidad para mantener la situación. Las clases dominantes han aprendido que el dominio cultural de los pueblos es uno de los elementos más importantes para asegurar el control político y económico.